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miércoles, 28 de marzo de 2018

Receta de Lasaña de espinacas y piña

Hola amig@s, hoy sábado os dejamos una receta que hemos encontrado por internet que nos ha parecido muy jugosa y excelente, una lasaña de espiñaca y piña.
Encontramos la Lasaña de espinacas y piña en el blog El delantal verde, y ayer nos hemos acorado de ella pensando en qué hacer con nuestras espinacas frescas. La verdad es que nos ha encantado el plato, aunque lo hemos variado a razón de nuestra despensa y paladar. Aún nos hemos quedado con las ganas de incluir un poco de salsa de soja, será la próxima vez.

Ingredientes (4 comensales)
12 placas de pasta de lasaña (la nuestra era de espinacas, pero puede ser normal), 450 gramos de espinacas frescas, 250 gramos de queso fresco, 3 rodajas de piña en su jugo, 1 cebolla, 4 dientes de ajo, cilantro fresco, muselina de pesto (para aprovechar la que preparamos para el bacalao), queso emmental rallado, pimienta negra, aceite de oliva y sal.

Elaboración
Prepara la pasta de lasaña según indica el paquete, las nuestras son de las que están precocidas y sólo necesitan ser rehidratadas.

Pica la cebolla, los ajos y el cilantro. Corta la piña también en pequeños trozos y desmenuza el queso fresco. Sofríe en una sartén grande o cazuela la cebolla, cuando empiece a transparentar agrega los ajos, cuando se doren incorpora la piña con el cilantro (una combinación genial) y las espinacas frescas, salpimenta al gusto y ve moviendo las espinacas para rehogarlas uniformemente.

Cuando estén listas, incorpora el queso fresco desmenuzado y rectifica de sal y pimienta si fuera necesario.

Unta la bandeja en la que harás la lasaña con un poco de aceite de oliva y dispón una capa de placas de pasta, cubre con la mitad de las espinacas con piña y queso fresco y vuelve a cubrir con la pasta. Repite la operación cubriendo con el resto de las espinacas y pon de nuevo una capa de pasta.

Termina cubriendo con la muselina de pesto o en su defecto, con salsa de tomate o salsa bechamel, espolvorea el queso rallado e introduce en el horno (con el gratinador) precalentado a 200º C. Deja gratinar hasta que la superficie esté dorada.

Emplatado
Se pueden hacer lasañas individuales o como en nuestro caso, una lasaña grande que después se corta en porciones por comensal. Corta con cuidado la lasaña, disponla en los platos y decórala con unas hojas de cilantro, un hilo de aceite de oliva y semillas de amapola.
Fuente: www.gastronomiaycia.com

martes, 27 de marzo de 2018

Espaguetis de Calabacin y Sepia


Un plato de mar y huerta con todo el sabor de la sepia y el clásico italiano 'aglio, olio e peperoncino'. Y en una versión ligera y bastante más fresca, que permite disfrutarlos sin necesitar después una siesta.

Los espaguetis con aceite, ajo y guindilla son uno de los básicos de la cocina italiana capaces de generar más placer con menos inversión de esfuerzo e ingredientes (punto extra si les pones un poco de parmesano o pecorino rallado). Cuando hace demasiado calor para apretarse un plato de pasta, siempre tenemos la opción de sustituir el hidrato por un poco de verdura cortada de la misma forma, como en esta receta a la que he añadido unas sepias fresquísimas que encontré en el mercado.
¿Por qué sepia? Porque también funciona genial con esos aderezos, porque se prepara en cuestión de minutos y porque bien cocinada -sin pasarse y que te quede como una goma de borrar, básicamente- es una delicia. Además, todo lo que viene del mar nos gusta, sobre todo en verano.
Lo más difícil es hacer los espaguetis de calabacín si no tienes el cortador en espiral, un cacharrito bastante económico -el mío me costó unos 10 euros- al que puedes darle bastante uso haciendo ensaladas ‘espaguetizadas’ de zanahoria, pepino o chirivía. Otra opción pasa por hacer tallarines gruesos con la mandolina o un pelador de patatas, o el formato que se prefiera con un cuchillo afilado y algo de paciencia.
La sepia se puede sustituir por un calamar que no sea tamaño kraken, gambas o langostinos. En todos estos casos, si las compráis frescas y están enteras -en el caso de las gambas también sirve para las descongeladas- usad la melsa en el caso de los cefalópodos y el coral de la cabeza en los crustáceos para potenciar el sabor a mar del plato. Si no tenéis nada de eso a mano, podéis reducir un poco de caldo de pescado, o en el momento de retirarlos de la sartén para hacer la verdura hacerlo con unas pinzas, dejar en la sartén el ajo y el jugo y desglasarlo con un poco de vino blanco.
Si creéis que os vais a quedar con hambre o que comer solo verdura es como estar a dieta, podéis usar la mitad de calabacín y 200 g de pasta (pesados en seco). Si la verdura os da directamente alergia, también podéis hacerlo solo con espaguetis, que también estará muy bueno (aunque igual pide luego una siestecita).
Dificultad
La de hacer los calabaguetis. Los podeis comprar ya cortados.
Ingredientes
Para 4 personas
  • 2 sepias medianas limpias (unos 400 g)
  • 3 calabacines pequeños (unos 800 g)
  • 3 dientes de ajo
  • La melsa de la sepia (opcional)
  • Sal
  • Cayena al gusto (opcional) o pimienta
  • Perejil
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1 limón
  1. Preparación
  2. Hacer los calabaguetis con la herramienta escogida, y reservarlos. Pelar y picar o laminar los ajos. Reservar. Cortar las sepias en tiras y las patas en dos o tres trozos.
  3. En una sartén con un chorrito de aceite, dorar la mitad del ajo a fuego medio (si se quiere, con unas cayenas). Cuando empiece a cambiar de color, añadir la sepia, subir el fuego y cocinar unos tres minutos (un poco más si se prefiere un poco más hecha). Retirar de la sartén y reservar.
  4. En la misma sartén, dorar el resto del ajo con muy poco aceite, poner los calabaguetis y darles vueltas dos minutos a fuego alegre. Añadir la sepia y, si se tiene, la melsa pasada por un colador.
  5. Dar vueltas a todo el conjunto dos minutos más, rectificar de sal y pimienta añadir perejil -reservando un poco para decorar- y emplatar. Rallar un poco de piel de limón encima y servir, dejando un gajo de limón por si alguien quiere ponerle un poco.

domingo, 26 de febrero de 2012

Patatas gratinadas con setas y panceta

Las patatas gratinadas es un plato muy sencillo de elaborar y siempre muy recurrente en caso de apuro, por si solas están buenísimas pero si disponéis de unas setas y panceta, conseguiréis un sabor diferente de este ingrediente tan básico. Así que aquí os dejo unas patatas gratinadas con setas y panceta.

Ingredientes:
3/4 kilos de patatas, 1/2 kilo de cebollas, 1/2 kilos de setas de cardo, 100 gramos de panceta, 2 decilitros de aceite de oliva, 50 gramos de pan rallado, 75 gramos de queso rallado, perejil, sal y pimienta.

Preparación:
Lavamos las patatas y las cocemos sin pelar en abundante agua con sal, hasta que estén cocidas pero enteras. Una vez frías, las pelamos y cortamos en rodajas y reservamos. Mezclamos el pan rallado con el perejil y el queso y reservamos también. Pelamos y cortamos la cebolla en aros finos y la rehogamos en aceite con las setas troceadas, salpimentando todo. En otra sartén aparte, salteamos la panceta cortada en dados.

Con todo preparado, disponemos en una fuente de horno una capa de patatas y las cubrimos con la cebolla, las setas y la panceta; espolvoreamos con el pan rallado y así vamos alternando varias capas siempre dejando el pan rallado para el final; entonces regamos con aceite, dejamos hornear 10 minutos en horno precalentado a 220 ºC y listas para servir.

Fuente: directoalpaladar.com
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martes, 31 de enero de 2012

Risotto de manazana y panceta


En una sartén, saltear a fuego fuerte los cubos de manzana, en una mezcla de aceite y mantequilla. Cuando estén dorados, retirarlos, salarlos y reservarlos.

En la grasa sobrante, hacer lo mismo con los cubos de panceta curada.

Verter la grasa sobrante en una olla, añadir, si es necesario, un poco más de mantequilla, agregar la cebolla picada, salar y dejar pochar.

Cuando esté translúcida, añadir la manzana rallada y dejar cocer.

Cuando la mezcla de manzana y cebolla esté cocida, añadir el arroz, cocerlo durante dos minutos sin dejar de remover.

Subir la temperatura y verter la copa de sidra. Sin dejar de remover, esperar a que se evapore el líquido.

Añadir el caldo y dejar que el arroz se cueza.

Fuente: recetascomida.com