Un plato de mar y huerta con todo el sabor de la sepia y el clásico italiano 'aglio, olio e peperoncino'. Y en una versión ligera y bastante más fresca, que permite disfrutarlos sin necesitar después una siesta.
Los espaguetis con aceite, ajo y guindilla son uno de los
básicos de la cocina italiana capaces de generar más placer con menos
inversión de esfuerzo e ingredientes (punto extra si les pones un poco
de parmesano o pecorino rallado). Cuando hace demasiado calor para
apretarse un plato de pasta, siempre tenemos la opción de sustituir el
hidrato por un poco de verdura cortada de la misma forma, como en esta
receta a la que he añadido unas sepias fresquísimas que encontré en el
mercado.
¿Por qué sepia? Porque también funciona genial con esos
aderezos, porque se prepara en cuestión de minutos y porque bien
cocinada -sin pasarse y que te quede como una goma de borrar,
básicamente- es una delicia. Además, todo lo que viene del mar nos
gusta, sobre todo en verano.
Lo más difícil es hacer los espaguetis de calabacín si no
tienes el cortador en espiral, un cacharrito bastante económico -el mío
me costó unos 10 euros- al que puedes darle bastante uso haciendo
ensaladas ‘espaguetizadas’ de zanahoria, pepino o chirivía. Otra opción
pasa por hacer tallarines gruesos con la mandolina o un pelador de
patatas, o el formato que se prefiera con un cuchillo afilado y algo de
paciencia.
La sepia se puede sustituir por un calamar que no sea tamaño kraken,
gambas o langostinos. En todos estos casos, si las compráis frescas y
están enteras -en el caso de las gambas también sirve para las
descongeladas- usad la melsa
en el caso de los cefalópodos y el coral de la cabeza en los crustáceos
para potenciar el sabor a mar del plato. Si no tenéis nada de eso a
mano, podéis reducir un poco de caldo de pescado, o en el momento de
retirarlos de la sartén para hacer la verdura hacerlo con unas pinzas,
dejar en la sartén el ajo y el jugo y desglasarlo con un poco de vino
blanco.
Si creéis que os vais a quedar con hambre o que comer solo
verdura es como estar a dieta, podéis usar la mitad de calabacín y 200 g
de pasta (pesados en seco). Si la verdura os da directamente alergia,
también podéis hacerlo solo con espaguetis, que también estará muy bueno
(aunque igual pide luego una siestecita).
Dificultad
La de hacer los calabaguetis. Los podeis comprar ya cortados.
Ingredientes
Para 4 personas
- 2 sepias medianas limpias (unos 400 g)
- 3 calabacines pequeños (unos 800 g)
- 3 dientes de ajo
- La melsa de la sepia (opcional)
- Sal
- Cayena al gusto (opcional) o pimienta
- Perejil
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 limón
- Preparación
- Hacer los calabaguetis con la herramienta escogida, y reservarlos. Pelar y picar o laminar los ajos. Reservar. Cortar las sepias en tiras y las patas en dos o tres trozos.
- En una sartén con un chorrito de aceite, dorar la mitad del ajo a fuego medio (si se quiere, con unas cayenas). Cuando empiece a cambiar de color, añadir la sepia, subir el fuego y cocinar unos tres minutos (un poco más si se prefiere un poco más hecha). Retirar de la sartén y reservar.
- En la misma sartén, dorar el resto del ajo con muy poco aceite, poner los calabaguetis y darles vueltas dos minutos a fuego alegre. Añadir la sepia y, si se tiene, la melsa pasada por un colador.
- Dar vueltas a todo el conjunto dos minutos más, rectificar de sal y pimienta añadir perejil -reservando un poco para decorar- y emplatar. Rallar un poco de piel de limón encima y servir, dejando un gajo de limón por si alguien quiere ponerle un poco.
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