Durante el verano, con las altas temperaturas, aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y algunas enfermedades.
El Ministerio de Salud, Desarrollo y Deporte aconseja realizar una
alimentación balanceada y equilibrada durante todo el año, pero tener
algunos cuidados especialmente durante el verano.
Se debe tener en cuenta que, debido al calor, hay mayores
posibilidades de sufrir deshidratación. Por ello es recomendable beber
una mayor cantidad de líquido y priorizar el consumo de alimentos
frescos, en particular verduras y frutas, ya que son ricas en agua,
vitaminas y minerales y sirven para rehidratarse. Sobre todo aprovechar
las frutas y verduras de temporada.
También es muy importante poner especial cuidado en el manejo y consumo
de los alimentos, respetar la cadena de frío y evitar la exposición de
los productos al calor. De esta manera, los alimentos no se deterioran y
se previenen enfermedades e intoxicaciones.
Respecto de los líquidos, es recomendable tomar no menos de 2 litros a
lo largo del día en sus variantes de agua con o sin gas, jugos y
licuados naturales de frutas o verduras. Hay que tener en cuenta que la
sed se presenta cuando ya existe cierto grado de deshidratación, por lo
cual es indispensable anticiparse a la sensación de sed.
Ante las altas temperaturas, conviene reducir el consumo de bebidas
alcohólicas y cafeína e infusiones y comidas muy calientes, debido a que
suelen poseer alto contenido en sodio.
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